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Kota Bharu, la ciudad que no necesitas visitar en Malasia

No os creáis a pie juntillas todo lo que se dice en Lonely Planet. Sí, son muy útiles y medio mundo las utiliza en sus viajes. Pero por culpa suya estoy atrapada en Kota Bahru, una ciudad que según la famosa guía merece la pena echarle un vistazo y que, entre vosotros y yo, no tiene nada salvo un aeropuerto desde el que vuelo mañana a Borneo.

Soy la primera que se emociona al hablar de los lugares que visita; la primera que encuentra ‘estupendo y maravilloso’ lugares que igual no lo serían tanto si no estuviera viajando y los encontrara en Barcelona. Pero por el bien de futuros viajeros me siento en la obligación de avisar de que Kota Bharu no hace falta que esté en vuestro itinerario y si, como yo, tenéis que volar desde su aeropuerto, llegad justo para pasar la noche y partir al día siguiente.

El calor en esta ciudad, ahora que la polución que viene de Indonesia empieza a mejorar, es peor que la que uno siente cuando intenta cruzar el Guadalquivir un 15 de agosto. Y si, además, tienes la mala suerte de llegar en pleno fin de semana -viernes y sábado para ellos-, la mayoría de cosas están cerradas. Poco que hacer. Escribir, leer y jugar con los hijos pequeños del matrimonio que regenta la guesthouse –Ewan’s Guesthouse– en la que has ido a caer.

Las notas en páginas como Booking eran muy elevadas, pero la verdad es que no es apta para principiantes. No es más que la casa de la familia con algunas habitaciones para huéspedes bastante destartaladas y paredes muy finas. Así que el si el niño pequeño llora, lo escuchas. Si ponen una película, la puedes seguir casi desde la habitación. El matrimonio, eso sí, es muy amable y ahorrar, ahorras.

Lo peor de estar aquí un día más de lo necesario es la sensación incómoda que tienes al caminar por la calle. No me había pasado en todo este viaje, pero aquí no me siento cómoda al ir descubierta. Esta región del país, ahora lo sé, es bastante estricta a nivel del islam y salir en pantalón corto no ha sido la mejor idea. No he tenido problemas ni aquí ni en toda Malasia con este tema, pero aquí una se siente mucho más observada. Por no hablar del pervertido que he visto de refilón al volante de un escarabajo amarillo con la cara de Marilyn en una de las puertas.

Al mirar, porque era inevitable no mirar a ese coche, digamos que el hombre había olvidado vestirse de cintura para abajo. Sí, creo que todavía estoy impactada. Lo peor es que el susodicho iba parando cada x metros junto a la acera de las calles principales, supongo que en busca de observadoras. Gente loca hay en todas partes.

¿Algo bueno de la ciudad? Algunos rincones con street art. Algunos realmente trabajados como el que abre este post. Y el delicioso zumo de lima y azúcar de la cafetería Red Bean que regentan un matrimonio mayor muy adorable cerca de Chinatown. El resto, totalmente prescindible. Pero ya se sabe, en el juego, el amor… y los viajes, no siempre se gana.

Ah, sí. El mercado central también merece la pena. El primero que veo de este estilo en Malasia y que me ha recordado que os debo una entrada sobre el impresionante mercado de Inle Lake en Myanmar. Aquello si que era espectáculo puro.

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1 Comment

  • Omar
    20 diciembre, 2019 at 17:32

    Después de leer tu nota me dieron más ganas que antes de conocer Kota Bharu. Saludos

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