Os contaba en el anterior post sobre escaparse a Madrid que llevaba unos días con el sueño revuelto y ligero. Despertares en plena noche, sueños bastante raros y pocas horas de descanso. Ahí sigo. Tratando de recuperar la normalidad nocturna, algo fundamental para afrontar retos, proyectos o la simple rutina del día a día con energía. Dormir es fundamental. También en los viajes.
¿Hostel o hotel? ¿Habitación compartida o privada? ¿Con o sin baño? Preguntas, todas ellas, que encierran un pequeño dilema cada vez que planeas dormir en una ciudad. A cada parada, mismas incógnitas que sueles resolver en función del:
- Presupuesto que te queda
- Del cansancio acumulado
- De la ocupación del lugar
- De la antelación con la que buscas dónde dormir
Así a groso modos estas serían las causas principales que te llevan a decidirte por uno u otro lugar. Personalmente, suelo dormir en hostels y optar por habitaciones privadas u hoteles cuando siento que mi cuerpo necesita descansar y exige ciertas comodidades. Alterno tipos de alojamientos y compenso el presupuesto. Así lo hice en el país centroamericano y esta es mi particular guía de lugares en los que dormir en Nicaragua. Las experiencias son 100% personales e independientes. Solo en dos de ellos tuve la suerte de alojarme invitada y, aun así, las opiniones sobre esos hoteles son reales con sus cosas buenas y sus cosas malas.
LEÓN
Si una ciudad cuenta con una variada oferta de alojamientos esa es León. Mayoritariamente pensada para jóvenes mochileros, las posibilidades son muchas. Estas fueron mis opciones:
Bigfoot hostel: Es el más popular de la ciudad por su ambiente fiestero y por ser el favorito de los viajeros para hacer el Volcano Boarding. Ninguna pega en este último aspecto más allá de la poca seguridad general que existe con esta actividad. Como lugar de descanso ya es otra cosa. Aunque las camas eran cómodas y el precio, asequible, sufrí sus fiestas y la multitud de gente que se aglutina en el bar casi todos los días de la semana. Si no eres un backpacker de veintipocos buscando alcohol barato y fiesta, no es tu lugar. Existen muchos otros hostels cercanos al Bigfoot en los que dormir con cierta tranquilidad. Uno siempre puede optar por pasarse por el bar, disfrutar de la fiesta y marcharse a dormir en silencio. Personalmente, lo evitaría a toda costa pese a que dispone de aire acondicionado.
Hotel El Convento: Sin duda, el hotel con más encanto de León. Tuve la oportunidad de alojarme una noche en una de sus habitaciones y, tras el desastre del Bigfoot, lo agradecí mucho. Sus habitaciones son espaciosas, aunque algo espartanas y clásicas. Con aire acondicionado, algo muy importante en León, y grandes camas y cojines. No son habitaciones lujosas, pero sí cómodas.
El Convento no es un lugar para conocer gente ya que la media de edad de sus huéspedes es elevado. Pero resulta perfecto para desconectar paseando por su jardín central o leyendo un libro en alguno de sus salones al aire libre y decorados al estilo colonial con antigüedades. La piscina le da un plus extra que se suma al trato de su personal, los abundantes desayunos y el delicioso ceviche de la carta. Se encuentra, eso sí, algo alejado de la actividad de la ciudad.
OMETEPE
En la isla de Ometepe se debe partir de la base de que la comodidad no es lo fuerte de los alojamientos de este lugar, sobretodo los que no están en alguna de las ciudades de entrada. Es necesario llegar con reserva, no por la saturación de turistas, sino por el hecho de que se necesita subirse a un taxi o una furgoneta compartida para llegar a los hoteles más alejados ya que estos se encuentran diseminados por la isla.
Finca Magdalena: Si se busca una experiencia 100% auténtica en Ometepe, este es el lugar perfecto. Se trata de una especie de cooperativa regentada por locales de cierta edad que ofrece alojamientos muy económicos justo al inicio del camino que lleva al volcán Maderas.
Las vistas son exuberantes, pero la estructura de esta finca es más bien antigua y destartaladas. Las habitaciones son muy básicas -cama y mosquitera- y el polvo campa por sus anchas. El desayuno está incluido y sirven comidas y cenas económicas hasta las 20h. La actividad cesa a partir de esa hora y el wifi es prácticamente nulo. Solo se alcanza en un par de mesas del comedor común.
Estas incomodidades son superables si las comparamos con el hecho de que la Finca Magdalena se encuentra a un kilómetro en subida de la única carretera de la isla. Solo algunas furgonetas preparadas se atreven a subir hasta allí arriba. No tuve esa suerte y tocó cargar con las mochilas en una ascensión dura. Para cenar o ir a cualquier sitio es inevitable realizar esa caminata. De noche resulta imprescindible una linterna.
SAN JUAN DEL SUR
Ciudad de ambiente fiestero y juvenil. Una de las claves está en evitar los hostels que albergan la Sunday Funday para asegurarse descansar si uno se cansa de la fiesta antes que el resto. Hacedme caso, no os arrepentiréis.
Hostel Tadeo: Correcto y con una piscina que, aunque pequeña, se agradece a media tarde cuando regresas a la habitación tras un día de playa o surf. Cuenta con una amplia habitación compartida y habitaciones dobles, triples y hasta cuádruples. Mi experiencia personal fue en una triple con baño privado y pequeña terraza con hamaca y sillas. Aunque las tortitas del desayuno no son muy recomendables, su ubicación algo alejada del centro más fiestero convierte a este hostel en un buen lugar para dormir en San Juan del Sur.
SAN CARLOS
San Carlos es ciudad de paso para los turistas que quieren visitar El Castillo y navegar por el Río San Juan. Su infraestructura, por eso, es todavía limitada y la oferta, escasa.
Hotel Cabinas Leyco: De cabinas tiene poco este hotel en el que las fotos no coinciden demasiado con la realidad. De madera y moqueta -abstenerse alérgicos- ofrece habitaciones dobles con camas de madera mínimamente cómodas, ventilador y baños compartidos decentes. El desayuno está incluido, aunque se toma en el bar del lado. Está algo alejado del puerto, pero es correcto para una noche.
EL CASTILLO
Las pensiones, casas particulares y algún que otro hotel pequeño se aglutinan en la calle principal de este pueblo minúsculo. Existe la posibilidad de encontrar cama por apenas 5-6 dólares, pero son auténticos cubículos. Casi todo el mundo ofrece alojamiento por lo que mi recomendación es darse una vuelta, preguntar precios y comparar hasta dar con uno que os convenza y se adapte a vuestras exigencias o necesidades.
Casa de Huéspedes Chinandegano: Ubicada en el extremo izquierdo de la calle principal -con el puerto a la espalda-, resulta una de las opciones más limpias y cuidadas de El Castillo. De estructura de madera, sus habitaciones dobles o triples cuentan con cama y mosquitera. Los baños son compartidos y el desayuno se toma en el porche de madera. ¡Cuidado con los mosquitos, acribillan! Las tortillas aquí tampoco son recomendables, pero disponen de una amplia carta. Y wifi, un bien escaso en El Castillo.
LITTLE CORN ISLAND
En Littel Corn Island existen ofertas de todo tipo de precios. Desde lujosos resorts hasta habitaciones compartidas muy baratas. El hostel Green House y el hotel Lighthouse fueron mis experiencias en la isla. Para no repetirme en exceso, aquí encontraréis la información sobre dónde dormir en Little Corn Island.
GRANADA
Probablemente la ciudad de Nicaragua con más hostels por metro cuadrado. Como sucede en León, las opciones son muchas y variadas.
De boca en boca: Me gustó este pequeño hostel que pocos incluyen entre las recomendaciones de la ciudad. Pequeño, acogedor y con un patio lleno de plantas, sofás y hamacas para descansar y protegerse de las altas temperaturas granadinas. Regentado por una pareja de franceses, siempre suena buena música de ambiente y los desayunos son correctos. Cuenta con cocina para los huéspedes. Las habitaciones justean, pero son cómodas y de pocas personas. Por 8 dólares con desayuno incluido es una de las mejores opciones de la ciudad o, por lo menos, para mí.
Hotel Casa del Consulado: Probablemente el hotel más caro de la ciudad, pero también el mejor de Granada. Alojarse en él en mis dos últimas noches en Nicaragua fue un auténtico lujo del que disfruté al máximo desde una de sus suites, la Masaya. Su amplia habitación me permitió deshacer con comodidad la mochila y contar con espacio para estar a mis anchas, aunque lo mejor era el baño. Ducha enorme con suelo de piedras, productos de cuidado personal -después de un mes en Nicaragua los agradeces mucho- y televisión.
Ser nomadista y viajar sola con la mochila a cuestas no está reñido con estos pequeños grandes placeres. Lo mejor, sin embargo, era la enorme hamaca ubicada en la terraza de la segunda planta y su piscina rodeada de columnas. El desayuno, contundente y delicioso. Los únicos peros, la debilidad de la señal de wifi y la falta de un restaurante propio. También el elevado precio de sus transfers al aeropuerto… y el precio. No es un alojamiento para mochileros, sino más bien para viajeros con cierto poder adquisitivo o familias con niños. No obstante, pese a los cerca de 100 dólares que suele costar una noche, tampoco es un precio equiparable con lo que se pagaría en otros lugares del mundo por un hotel así.
MANAGUA
Por último, la capital. Mi recomendación es no hacer noche en Managua al no ser que sea necesario. Yo tuve que pasar dos noches por un tema de vuelos y organización. Las pasé aquí:
La posada del Ángel: Llegué a este hotel nada barato tras un duro viaje de 8 horas en autobús desde San Carlos. Buscaba confort y comodidad y, la verdad, me decepcionó. En horas bajas y ubicado en un lugar bastante aislado de la ciudad, el hotel estaba vacío y sus habitaciones, clásicas, no transmitían nada. Demasiado caro para lo que ofrecen. Estoy convencida de que por ese precio existen mucho mejores ofertas en la capital.
Managua Backpackers Inn: Opción bastante recomendable si se debe pasar una noche en Managua. Cuenta con amplias habitaciones compartidas con baño privado y habitaciones dobles. La piscina es de agradecer, cuenta con una zona común con sofás y películas y hamacas exteriores. Relativamente cerca del aeropuerto de un un gran centro comercial y cafeterías.
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